Trato de enseñar a mis alumnos que la historia personal de cada uno de nosotros es también Historia, ellos piensan que la Historia son grandes batallas, héroes y heroínas que dan la vida por una causa noble, hechos politicos que cambian naciones completas para siempre, catástrofes que liquidan cientos de miles de personas y tantas otras cosas de los cuales los libros nos explican hasta el cansancio...
La Historia se arma con esas historias cotidianas: con el sufrimiento de los pobres, con el dolor de las mujeres violentadas, con los niños que sufren el hambre... o con cosas menos grandilocuentes: el dolor de perder un amor, la decepción, la falta de expectativas, el desaliento. No es necesario ser un héroe, un revolucionario o un dictador. Cada uno de nosotros es el constructor de nuestra vida, de nuestra historia, el hilo conductor de esta línea de tiempo que corre paralela al proceso histórico central... ¿Cómo se va a dejar de lado el dolor de las personas, la lucha por subsistir, la desesperanza en distintas épocas? Tal vez no sea la mejor profesora de Historia, seguramente los alumnos que tengo a mi cargo no me recordarán en un par de años, posiblemente jamás logre convertirme en una buena historiadora, pero soy consciente de que esa historia sencilla e insignificante, carente de heroísmo y virtuosidad, es una pequeña partícula en un mar de cientos de millones de personas que sufrimos lo mismo, luchamos por lo mismo y pasaremos a la Historia simplemente por ser parte de un todo, independiente del coloer, sexo o raza. La Historia la construimos todos, no nuestros dirigentes ni gobernantes, no nuestros reconocimientos ni grandes acciones... Nuestra historia es Historia.
La Historia se arma con esas historias cotidianas: con el sufrimiento de los pobres, con el dolor de las mujeres violentadas, con los niños que sufren el hambre... o con cosas menos grandilocuentes: el dolor de perder un amor, la decepción, la falta de expectativas, el desaliento. No es necesario ser un héroe, un revolucionario o un dictador. Cada uno de nosotros es el constructor de nuestra vida, de nuestra historia, el hilo conductor de esta línea de tiempo que corre paralela al proceso histórico central... ¿Cómo se va a dejar de lado el dolor de las personas, la lucha por subsistir, la desesperanza en distintas épocas? Tal vez no sea la mejor profesora de Historia, seguramente los alumnos que tengo a mi cargo no me recordarán en un par de años, posiblemente jamás logre convertirme en una buena historiadora, pero soy consciente de que esa historia sencilla e insignificante, carente de heroísmo y virtuosidad, es una pequeña partícula en un mar de cientos de millones de personas que sufrimos lo mismo, luchamos por lo mismo y pasaremos a la Historia simplemente por ser parte de un todo, independiente del coloer, sexo o raza. La Historia la construimos todos, no nuestros dirigentes ni gobernantes, no nuestros reconocimientos ni grandes acciones... Nuestra historia es Historia.