sábado, 14 de marzo de 2009

Historias comúnes...


Trato de enseñar a mis alumnos que la historia personal de cada uno de nosotros es también Historia, ellos piensan que la Historia son grandes batallas, héroes y heroínas que dan la vida por una causa noble, hechos politicos que cambian naciones completas para siempre, catástrofes que liquidan cientos de miles de personas y tantas otras cosas de los cuales los libros nos explican hasta el cansancio...
La Historia se arma con esas historias cotidianas: con el sufrimiento de los pobres, con el dolor de las mujeres violentadas, con los niños que sufren el hambre... o con cosas menos grandilocuentes: el dolor de perder un amor, la decepción, la falta de expectativas, el desaliento. No es necesario ser un héroe, un revolucionario o un dictador. Cada uno de nosotros es el constructor de nuestra vida, de nuestra historia, el hilo conductor de esta línea de tiempo que corre paralela al proceso histórico central... ¿Cómo se va a dejar de lado el dolor de las personas, la lucha por subsistir, la desesperanza en distintas épocas? Tal vez no sea la mejor profesora de Historia, seguramente los alumnos que tengo a mi cargo no me recordarán en un par de años, posiblemente jamás logre convertirme en una buena historiadora, pero soy consciente de que esa historia sencilla e insignificante, carente de heroísmo y virtuosidad, es una pequeña partícula en un mar de cientos de millones de personas que sufrimos lo mismo, luchamos por lo mismo y pasaremos a la Historia simplemente por ser parte de un todo, independiente del coloer, sexo o raza. La Historia la construimos todos, no nuestros dirigentes ni gobernantes, no nuestros reconocimientos ni grandes acciones... Nuestra historia es Historia.

viernes, 6 de marzo de 2009

Mujeres en la Historia II

Al pasar el tiempo se hace necesario establecer la verdadera importancia que tiene la Historia en la construcción política de un país. El nuestro es un país plenamente "historizado" a mi juicio, por cuanto muchas de las construcciones ideológicas se han formado en base a experiencias históricas. El golpe militar de 1973 claramente marcó un hito imborrable e incomparable en nuestra historia y creó un tipo de construcción ideológica que ningún otro país puede tener. Sin embargo, las mujeres en la Historia de Chile- la oficial- prácticamente no existe; apenas recordamos la impronta de Gabriela Mistral o la música de Violeta Parra, no conocemos el legado de Amanda Labarca, la lucha de las mujeres pioneras en medicina, música y tantas otras ramas negadas a las mujeres. Tendemos a pensar que las mujeres son parte de la anécdota en la Historia de Chile, aquellas que a la sombra de los hombres, no podían pensar diferente y no podían luchar junto a los hombres.
¿Qué nos enseñan sobre las mujeres en la Historia de Chile? Primero, que las mujeres mapuches eran fuertes y valerosas- construcción muy similar a las mujeres de Esparta-y nos relatan contados hechos basados en la pluma de Ercilla, donde se engrandece al "salvaje" con fines de hacer mayor la "gloria" española.... Luego, durante la Independencia, parece que las mujeres no existen y todas y cada una de ellas, se definen y participan de la Historia a través de los hombres a quienes están vinculadas. Ejemplos? Javiera Carrera es siempre la hermana de los Carrera, Mercedes Fontecilla la esposa de José Miguel Carrera, Carmela Carvajal esposa de Arturo Prat y tantas otras olvidadas en su condición individual y definidas a través de otros.
La Historia de género ha permitido buscar las contribuciones reales de lo femenimo al mundo; estas contribuciones no son mínimas y tampoco se deben a la inspiración masculina sobre el "segundo sexo", nacen desde la individualidad- paralelo al grado de desarrollo y contexto histórico- de cada una de las mujeres que observan y analizan el mundo desde una perspectiva distinta.
¿Por qué en Chile no ha surgido un George Duby que rescate la importancia femenina en nuestra historia? ¿Por qué razón la mayoría de nuestras mujeres son sólo una prolongación de sus hombres? Es increíble que una escritora- vapuleada por muchos y fuertemente criticada- como Isabel Allende, haya podido limpiar la imagen de Inés de Suárez, para muchos esta mujer sólo era la amante de Pedro de Valdivia, sin embargo, la realidad es que gracias a ella Santiago se convirtió en una ciudad habitable, fue precursora de que los españoles aprendieran el mapudungun para entenderse con los mapuches (lo que a la larga se practicaría en los Parlamentos) y además fue una mujer excepcionalmente libre en una época en que en Europa la mujer estaba relegada a un segundo plano. Sus asuntos de alcoba sólo fueron utilizados para desvirtuar su imagen y para engrandecer el ego masculino de Valdivia, nuevamente el asunto del poder, Valdivia no podía aparecer públicamente como más débil que su mujer, o que cualquier mujer...
El tema del poder está en todas partes, pero no es patrimonio masculino, sin embargo, los historiadores y los biógrafos- en su mayoría hombres-han instrumentalizado este tema para borrar de la memoria toda contribución femenina. Esa es la razón por la cual la Historia General no incluye a las mujeres y, es la razón también, de que la Historia de Género sea considerada un pariente pobre de la Historia, como sea, mantenemos la esperanza de que pronto la Historia Universal considerará ya no sólo a la mujer como anécdotas, sino como parte primordial en la historia, esperemos que ese día no esté tan lejos...