jueves, 30 de septiembre de 2010

Ecuador

Estamos tan cerca pero desconocemos todo acerca de este país. Ecuador es mirado desde lejos, apenas con curiosidad. Los "Jaguares de América" como nos autoapodamos en la década de los noventa, no podemos descender a pequeñeces, apenas nos comparamos con Brasil y Argentina y nos situamos- en términos macroeconómicos- dentro de las "potencias" latinoamericanas o, como nos gusta tanto repetir, países en vías de desarrollo, como si esa categorización existiera de verdad.
En los textos escolares figura como gran tema la temprana estabilidad política de Chile, lejos de aquella anarquía de la historiografía conservadora, sin embargo, siento que esa mirada nos hermanaba con nuestros vecinos, nos ponía en una situación similar, naciones nuevas, recién nacidas de la casualidad, por parafrasear a Jocelyn-Holt, agarradas de las circunstancias para emanciparse. ¿Por qué razón nuestra nación se convirtió de pronto en un modelo a seguir? ¿Es realmente cierto que nuestros vecinos quieren parecerse a nosotros?...
Dejando aquellas interrogantes para responderlas en nuestro interior, donde no podemos engañarnos, la situación de Ecuador, en este momento incierta, me ha hecho pensar en que no tenemos nada resuelto, en que las circunstancias cambian, en que nuestras riquezas, nuestra estabilidad se puede terminar. Nos cegamos ante una realidad que no mira personas sino cifras, nuestro éxito no se piensa desde la óptica de los 16 millones de chilenos, sino de aquellos a los que la suerte les sonríe, aquellos que poseen ingresos suficientes para alimentar a la familia y darles una buena calidad de vida, al estilo chileno, con harto consumismo y sin importar valores, porque la plata importa. ¿Qué sucedería si la crisis del salitre vuelve a repetirse ahora con el cobre? ¿Qué pasaría si los de un lado se cansan y provocan un nuevo golpe de Estado? ¿Por qué consideramos que en Chile esas cosas no pasan? "Son cosas de bárbaros" "Son países atrasados" dicen algunas personas con quienes hemos comentado esta situación. Si es así entonces somos un país aún más bárbaro, no somos capaces de ver lo que hay ante nuestras narices y miramos en los otros todos los errores y falencias, nos concentramos en el conjunto y no en lo particular, nos creemos el cuento de que nuestro Pib es superior, que la estabilidad de las instituciones, que esto, que lo otro, y no sacamos lecciones de las cosas.
Recién hace treinta años y fracción se produjo un golpe en Chile, y antes de ese hubo otros, y guerras civiles (de verdad, no soñadas) y parece que no aprendimos nada, nada... es de esperar que miremos al lado, que roguemos para que nada pase en Ecuador, que nada de esto se repita acá, si solidarizamos y miramos a nuestros países vecinos como hermanos, seremos mucho más civilizados, mucho más humanos.

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